Libia se ha convertido en un centro inesperado para la minería de Bitcoin, impulsada por los precios de la electricidad excepcionalmente bajos del país. Sin embargo, este aumento de la actividad minera está sobrecargando la ya frágil red eléctrica y ha llevado a las autoridades a intensificar la represión de las operaciones ilegales. El atractivo de la energía barata ha atraído a los mineros, pero las consecuencias están siendo costosas para la infraestructura del país.

