La liquidez global ha alcanzado un máximo histórico sin precedentes de aproximadamente 130 billones de dólares, impulsada en gran medida por la expansión de la oferta monetaria china. Este aumento del capital disponible, sumado a la flexibilización de las políticas monetarias de las principales economías, está creando un entorno propicio que podría beneficiar a los activos de riesgo en los próximos años, siendo 2026 un posible período de recuperación.

