El mercado de criptomonedas, liderado por Bitcoin, experimentó una importante caída, reflejando un descenso generalizado de los activos de riesgo. Este desplome se debió a una confluencia de factores, entre ellos la preocupación por la estabilidad económica de Estados Unidos, la política monetaria de la Reserva Federal y la escalada de tensiones geopolíticas. La fuerte caída de los precios provocó liquidaciones sustanciales y una gran inquietud entre los inversores, generando dudas sobre el futuro inmediato del mercado y sus perspectivas de recuperación.

