El presidente Trump promulgó una ley que pone fin oficialmente al cierre del gobierno federal, que duró 43 días y se convirtió en el más largo de la historia de Estados Unidos. El acuerdo, aprobado por la Cámara de Representantes y el Senado, garantiza el pago retroactivo a los empleados federales y asegura la financiación del gobierno hasta el 30 de enero. Se prevé que el impacto económico del cierre se prolongue, afectando de forma permanente la publicación de algunos datos.

